Vivir para siempre
James George Frazer
Otro relato, recogido cerca de Oldengurg, en el Ducado de Holstein,
trata de una dama que comía y bebía alegremente y tenía cuanto puede anhelar el
corazón, y que deseó vivir para siempre. En los primeros cien años todo fue
bien, pero después empezó a encogerse y arrugarse, hasta que no pudo andar, ni
estar de pie, ni comer, ni beber. Pero tampoco podía morir. Al principio la
alimentaban como si fuera una niñita, pero llegó a ser tan diminuta que la
metieron en una botella de vidrio y la colgaron en una iglesia. Todavía está
allí, en la iglesia de Santa María, en Lübeck. Es del tamaño de una rata y una
vez al año se mueve.
Vivir para siempre
James George Frazer
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